Editorial ECP - Viure Vallirana 92

Este título ya debería provocar la dimisión en masa del actual gobierno sociovergente del Ayuntamiento de Vallirana. Aquellos que se hacen llamar “socialistas y de izquierda”, han llevado a una situación insostenible al personal público de Vallirana: Sentencias condenatorias por despidos, la brigada municipal en lucha por el maltrato que sufren y por el desmantelamiento del servicio, trabajadoras de limpieza en conflicto laboral desde hace años y que dejan de cobrar sus sueldos… Todo esto y mucho más, son algunos de los ejemplos de esta trágica gestión.

Habréis visto en estas mismas páginas el acto de inauguración de las nuevas instalaciones de la guardia urbana. ¿Habéis leído en algún sitio que los propios agentes se manifestaron en esa misma inauguración? Protestaban porque están al 50% de los efectivos que debería y por ser de los peor pagados de la zona.

Este es el resultado de políticas neoliberales que abandonan a las personas trabajadoras que, con el sudor de su frente, trabajan para garantizar un buen servicio público y llevar un salario a sus casas. No les tiembla el pulso para oprimir a los trabajadores públicos, tampoco para abrir las puertas del ayuntamiento con alfombra roja a empresas que explotan a sus plantillas.

Sin embargo, cada año vemos políticos mejor pagados, liberados y que solamente saben externalizar su trabajo, dejando en manos privadas lo que deberían hacer ellos, votando en el pleno en contra de controlar mínimamente a estas empresas. Esos políticos sin escrúpulos cuentan con técnicos y personal que hacen el trabajo duro, mientras ellos solo toman decisiones que llevan a la ruina a Vallirana.

Luego, claro, vienen los llantos, pero lamentablemente no los suyos, sino los de, por ejemplo, las limpiadoras que se dejan la piel fregando los colegios, sin cobrar durante meses, ¡que se dice rápido!

Si tú también eres asalariado y sabes lo que es ser explotado, no debes permitir que lo haga nuestro ayuntamiento, en nuestro nombre. Debemos unirnos para defender una gestión digna.

Está en nuestra mano parar ya esta vergonzosa gestión.